#78 No vivas tu vida como un NPC y escapa de la rutina
Los has visto. Has interactuado con ellos. Pero no viven realmente.
Todos los videojuegos tienen non-playable characters (NPCs); personajes que no son “jugables” y que son controlados simplemente por la programación del juego. Puede ser el viejito que atiende el kiosko de armas, escudos y pociones, o el dragón amistoso que te pide rescatar una reliquia antes de entregarte la siguiente pista en tu aventura.
Pero en la vida real también existen. En tu vida, tú eres el personaje principal, el único personaje que puedes “jugar”, y todos los demás entran y salen de tu historia. Algunos tienen roles importantes: tu familia, amigos y colegas. Otros tienen apariciones esporádicas: el viejo hediondo en el Metro, la señora que te vende sopaipillas fuera de la pega o tu vecino al que le encanta poner música fuerte un jueves a las 3 AM.
Entonces, ¿cómo vivir la vida con “energía de personaje principal”? Exploremos algunas opciones.
Memento mori – recuerda que vas a morir
Si. Todos vamos para allá. Por más que tengas una larga o corta vida, todas terminan donde mismo. Por ahora al menos.
Así que disfruta mientras puedas. Esto no significa volverte loc@ comprándote todos juguetes y experimentando cada cosa que se te cruce por delante. Tienes tiempo. Pero el tiempo es finito.
La rutina te echa a perder
Te levantas todos los días a la misma hora. Rutina de mañana y vas al trabajo. Cerrando la jornada vuelves a casa y estás echado en el sofá 2 horas viendo TV. Detestas los lunes. Añoras que sea viernes. El finde te tomas unas cervezas, haces un asado y te tomas 2 piscolas. Porque hoy en día la caña dura 3 días.
Quizá hagas algo de actividad física. Vas 2, 3 o 4 veces por semana al gym. O practicas tenis, padel o fútbol con los amigos. ¡Bien! Mándame tu fotito entrenando y te comparto en mis redes sociales.
Estas rutinas son – de cierta manera – positivas. Le dan forma y estabilidad a tus días. Yo cuando recién llegué a Londres extrañaba mis días reglamentados. Y extrañaba mucho entrenar; levantar pesas, trotar y caminar son mi válvula de escape.
Pero también, una vez que estás en la rutina, debes buscar maneras de romperla de vez en cuando. Toma un camino diferente al trabajo, quédate al after-office al que siempre te invitas y siempre inventas una excusa. Si no haces esto de manera activa, no va a suceder.
Bucket list – lista de deseos
Te puede servir tener una lista de juguetes que quieres comprar y experiencias que quieras vivir. No todas tienen que ser caras. Algunos ejemplos, que en ningún caso son sugerencias, te las dejo acá:
- Conocer los 46 Parques Nacionales y 45 Reservas Nacionales de Chile. ¿Cuántos conoces? ¿Cuántos podrías nombrar?
- En esa misma línea, hay un montón de “desafíos” geográficos que podrías emprender. ¿Sabías que son 11 los países por los que pasa el Ecuador? Podrías conocer la montaña más alta del mundo, el lago más profundo, el árbol más antiguo, o literalmente lo que se te ocurra. Lo único que te pido es que no vayas poniendo las banderitas de los países en tu perfil de Instagram.
- Vivir 1 año fuera de Chile. Exponerte al mundo te lleva a pensar diferente. Conoces culturas distantes, comidas exóticas y paisajes que parecen generados con Inteligencia Artificial.
- Aprender un nuevo idioma. No, no con Duolingo. La manera más rápida de aprender un idioma es estar inmerso en él. ¿Podrías estar 3 semanas en otro país? ¿Y 3 meses? No tiene por qué ser la capital, ni siquiera tiene que ser el país donde el idioma se “originó”. Hay islas donde se habla francés y es más barato que ir a Paris; lo mismo con el inglés y el portugués.
- Coleccionar monedas del mundo. Creo que esta se explica sola. La próxima vez que un amigo vaya a un país que no conozcas, pídele que te traiga un par de monedas. Es incluso más barato que los llaveros e imanes que suelen regalar.
- Aprender a cocinar o a hacer un buen café. Existen cursos de cocina y barista como para volverse un excelente cocinero. Si estás apretado de lukas, una buena manera de partir es con videos en YouTube.
- Asistir a un Grand Slam. O a un mundial de fútbol (ojalá a ver a Chile), o a una carrera de Formula 1, o a los Juegos Olímpicos. Mil veces más emocionante que verlo desde el sofá de tu casa.
- Organiza un viaje de amig@s. Puede ser literal a donde se te ocurra. Desde Punta Cana a un finde en Algarrobo. Entre más viejo te vuelves, las oportunidades de compartir con tu gente son cada vez menos. Aprovéchalas. Genéralas. Nadie lo hará por ti.
Esta lista podría seguir y seguir. Pero creo que ya vas captando la idea.
Te desafío a ser creativ@ y buscar cosas que realmente te hacen feliz. Si esto lo estás haciendo para impresionar a los demás – llámese a tu familia, vecinos, amigos o enemigos – vas a salir para atrás.
“No tengo tiempo”
Es verdad. Poco tiempo queda para disfrutar la vida. ¿Es tan así?
En Chile, por ley tenemos 15 días de vacaciones. 3 semanas no puede sonar como mucho, pero considera que además tenemos 15 días feriados al año (a veces más por ocurrencia de nuestros legisladores). Si tienes un poco de flexibilidad, y la haces bien, te puedes ir por un buen tiempo de viaje.
Dos fechas interesantes para tener en cuenta si quieres optimizar los días de vacaciones: junio y diciembre. Junio tiene dos feriados súper cerquitas, el 20 y 29. Ideal para un viaje de 10 días pidiendo solo 4 días de vacaciones. Lo mismo pasa en diciembre que tiene tres, el 8, 25 y 1 (enero en rigor). Este año podrías hacer un viaje de 28 días, del 6 de diciembre al 4 de enero, pidiendo solo 16 días de vacaciones. No es malo.
Rompe el esquema
Mi desafío para ti es primero, descubrir qué experiencias te gustaría vivir. Qué tipo de vida realmente quieres tener. No la vida que te enseñaron que era la “correcta” o en la vida en que caíste por defecto. Este primer punto es clave.
Segundo, tienes que calcular, con números realistas, cuánto cuesta esa visión de vida. Quizá te des cuenta que no te lo puedes costear (por ahora). Si es este el caso, no te desanimes. Puedes buscarlo como objetivo de mediano o largo plazo.
Por ningún motivo caigas en deudas por un estilo de vida. Esta es una fórmula para el fracaso. Busca la manera de financiarlo sin deudas. Esto significa decir que no a créditos de consumo, pagar la tarjeta completa dentro de plazo y tampoco pedir plata prestada a amig@s y familiares.
También puedes ir probando bocados; no tienes que lanzarte a la piscina de una vez. Quizá crees que tu vida debería ser trabajar como nómade digital en una playa del sudeste asiático. Luego te das cuenta que en realidad andar quemado como langosta no es lo tuyo, y que las comidas exóticas no se comparan a un buen completo y pastel de choclo.
Habla con amig@s que han hecho alguna de las cosas que quieres hacer para conocer cómo es realmente. No todo es como la versión que te muestran en redes sociales.